hola |
Encontré un camping y me metí. No parecía haber nadie atendiendo pero se escuchaban martillazos en la parte posterior así que me asome para preguntar. Cuando me acerqué, un gran ovejero alemán levantó la cabeza y me miro fijo con actitud guardiana. El obrero que estaba trabajando allí me dijo que el dueño volvería pronto y que podía ir acomodando la carpa. Le pregunté el nombre del perro, que ahora se mostraba mucho mas amistoso, y me dijo que era hembra y que se llamaba India.
El camping estaba totalmente vació. Monté campamento y almorcé. Quería recorrer un poco el centro y tenia que comprar un jabón, pero era el horario de la siesta y seguramente todo estaría cerrado así que, si mucho mas que hacer, dormí un rato.
Me desperté y fui a pasear un rato al centro. La plaza central estaba buena, pero no había mucho que hacer así que compre el jabón y volví al camping. Ademas de jugar con India no tenia nada para hacer, me estaba aburriendo. Desee tener un libro para leer. En ese momento llegaron dos chicas al camping y armaron su carpa. Llevaban grandes mochilas en la espalda así que supuse que viajaban de mochileras.
Foto robada |
Al final, volvió la luz y me invitaron a comer con ellas y por supuesto que acepté ¿Como rechazar tal invitación de dos chicas tan lindas :P? Maru y Sofi recién comenzaban su viaje y se dirigían para el sur al igual que yo. Luego de compartir un buen momento cenando unos fideos "al dente", charlando y compartiendo algunas anécdotas, me fui a dormir. Ya era un poco tarde y al otro día me esperaba un largo tramo de pedaleo, pero había valido la pena cenar acompañado para variar.
Camino |
En la primer hora deje 18km de asfalto atrás y el asfalto dio lugar al ripio, el cual estaba en excelente estado. Eso y el paisaje contribuyeron a que la mañana sea muy agradable. El camino, al igual que el día anterior, iba acompañado por el Rio Aluminé y en el se veían algunos pequeños botes con gente pescando. Mas adelante encontré una maquina que echaba tierra al camino, rellenando los serruchos y haciendo que el camino sea perfecto. Era incluso mejor que ir por pavimento.
Ripio lindo |
Pero pronto otra cosa ocupó mi mente. Habiendo recorrido unos 58km, llegué al puente que cruzaba el Rio Aluminé e inmediatamente después de cruzarlo el ripio empeoró bastante, haciéndose mas duro y pedregoso. Estaba obligado a avanzar lento y el camino me estaba desgastando mucho, pero lo peor estaba por venir.
Adelante mio había una gran montaña; mire hacia la izquierda, otra gran montaña; miré a la derecha, mas montaña. El camino no parecía tener otra alternativa mas que subir. Tenia el traste adolorido y las piernas cansadas por el ultimo tramo de ripio en mal estado, así que cuando la pendiente se hizo presente me bajé de la bici y caminé. Me iba a tomar aquella subida con calma.
A mitad de la subida de la muerte |
Un rato después volvió el pavimento y tan solo quedaban 20km hasta Junin de los Andes, pero yo estaba destruido y apenas me quedaba fuerza en las piernas para poder afrontar las subidas y bajadas del camino. Estando ya a 9km de llegar a destino, pinché, cosa que hace 13 días que no me pasaba. Cambie la cámara y seguí pedaleando, cansado ¡Esos últimos kilómetros eran muy largos!
Lindo camping. Caro también. |
Sin perder demasiado tiempo, me prepare un suculento plato de fideos y lo devoré frenéticamente ya que no había almorzado y tenia mucha hambre. Luego me fui a acostar, y mientras esperaba a quedarme dormido, pensaba.
Ya estoy en Junin de los Andes.
Ya estoy en una zona altamente turística.
Ya estoy en la etapa final del viaje.
Tenia una mezcla de sentimientos; por un lado me sentía feliz de estar cerca de Bariloche y de estar cerca de culminar este viaje disfrutando de una de las zonas mas lindas del país; y por otro lado me sentía un poco triste de saber que la aventura quedaba atrás y que a partir de ahora el camino era fácil.
Me quedé dormido pensando en estas cosas.
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